Por si acaso te preguntas qué es el amor verdadero, cómo puedes saber si lo que sientes podría recibir este nombre y no otro, aquí te dejo un pensamiento que quizá te ayude a saberlo, si es que te sientes igual que yo. No puedo hablar por ti, aunque crea leer en tu mirada algunas cosas, pero no puedo afirmar nada si tú no te dejas ir y lo muestras. Si no te das permiso para vivir.
Sí que sé describir lo que yo siento y lo grito a los cuatro vientos. Dentro de mi pecho hay un amor prisionero que ansía libertad, que lucha por salir pero debe reprimirse porque no tendría tu pecho esperando para acogerlo. Y a causa de ello, este amor teme la perpetuidad de amar sin ser entero.
Solo sé que si yo fuera tuya y tú fueras mío, no habría nada que nos pudiera parar. Cada día, cada minuto, cada segundo, juntos construiríamos un cobijo fuerte para amarnos, curarnos de heridas pasadas y protegernos de futuras tempestades. Si esto sucediera, si el universo o quien quiera que sea concediera a mi corazón el ser correspondido, el mundo entero vería acontecer el verdadero amor.
Si esto pasara, nuestro amor sería para el mundo inspiración. En cada rincón, cada lugar, alguien gracias a nuestro amor se dejaría llevar por la pasión. Pero la realidad se impone y cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo que te pienso, recuerdo que tú no eres mío, a pesar de que yo soy tan tuya que este amor no me cabe en pecho. Y se impone el saber que esta verdad tan grande como la vida misma de no saberme correspondida, hace que el mundo entero no verá el amor verdadero suceder.
Se eu fosse tua e tu fosses meu
No hay comentarios:
Publicar un comentario